El hecho que los Illuminati sean actualmente una secta
fuerte e influyente en las altas esferas políticas y económicas de las naciones
más poderosas del mundo, se lo deben en gran parte al magnate norteamericano
David Rockefeller, quien puso el renombre de su familia y su propia posición
privilegiada al servicio de esta orden secreta, así como también desempeñó un
rol fundamental en la internacionalización de la misma, especialmente en cuanto
a la radicación y escalada de poder de esta logia en el complicado estamento
burocrático estadounidense, por estas razones hoy sus súbditos están de luto,
puesto que ha fallecido quien era reconocido por ellos como el Illuminati
supremo.
La muerte se lleva a el mentor principal
Aunque, como indicamos anteriormente los Illuminati se encuentran de luto, cabe destacar que ellos no guardan duelo de la misma forma que el resto de los mortales, pues según su filosofía el alma no puede morir sino que trasciende hacia una dimensión acorde al nivel de desarrollo integral del ser que hayan logrado en esta vida.
En este sentido, ya que David Rockefeller era
el septón supremo de la orden, ellos suponen que ha sido guiado por la santa
muerte hacia una dimensión excelsa, reservada solo para los seres más elevados
y sofisticados del cosmos, por ello no tienen nada que lamentar, aunque, los
más cercano puedan echarlo de menos, puesto que ya no lo podrán ver de forma
física, pero tiene la firme convicción que pueden percibir a su mentor en una
forma mística sólo si se mantienen concentrados. En medio de este contexto los
seguidores de Rockefeller, se han dedicado a celebrar su legado con extraños
ritos ocultistas, en los cuales se encomiendan a la santa muerte para que cuando
ésta los lleve sean dignos de reunirse con su guía el Illuminati supremo.
INTERESANTE INFORMACION.
ResponderEliminarSiempre es de pobres odiar a los ricos y esta nota se lleva las palmas! Es más sencillo inventar lo que sea que ver de que se trata algo!
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